La cáscara de naranja la podemos tomar así tal cual, como si fuera una golosina y encima natural está buenísima!! También podemos emplearla en todo tipo de bizcochos si la partimos a trocitos pequeños, como estas magdalenas de chocolate y naranja confitada... o incluso para decorar tartas y pasteles... en fin, lo que se nos ocurra.

INGREDIENTES: (podemos preparar la cantidad que queramos pero respetando las proporciones)

Lavamos y secamos bien las naranjas y las pelarmos procurando que tenga un poquito de parte blanca pero no toda. Las cortamos en juliana (tiras finas) y las echamos en una olla con agua hirviendo. Al cabo de 5 minutos escurrimos, volvemos a poner agua nueva al fuego y cuando rompa hervor echamos nuevamente y dejamos otros 5 minutos. Repetimos esta operación 5-6 veces, con esto lo que conseguimos es quitar el amargor de la naranja.

Pesamos las cáscaras (yo 125 gr) y poner en una olla la misma cantidad de azúcar (125 gr) y de agua (125 gr).

Llevamos al fuego y cuando rompa a hervir, esperamos 5 minutos y echamos las cáscaras. Dejamos hacerse a fuego lento durante media hora. Apagamos y dejamos enfriar en la olla, a continuación ponemos a escurrir las tiritas de naranja sobre una rejilla por lo menos un día, pero para que estén completamente secas tardarán por lo menos 2-3 días. Otra opción es secarlas en el horno a fuego flojo con la puerta entreabierta (esto no lo he hecho).

Guardamos en un bote hermético en la nevera. También podemos rebozarlas en azúcar antes de que se sequen del todo o bañar la mitad en chocolate fundido y dejar secar así.